Hoy nos estrenamos con una nueva sección en nuestra blog: en Análisis de películas. Hoy, analizaremos y hablaremos de una de las favoritas en los Goya 2023:
Alcarrás
Recientemente pudimos disfrutar de un de las películas favoritas del festival de Berlín llevandose el Oso del oro a mejor película. Nominada a 11 premios Goya, se ha ganado la candidatura a los premios Oscar 2023 en la categoria de mejor película extranjera. Dirigida por Carla Simón y con un amplio elenco de actores entre los que podemos destacar a Jordi Pujol Dolcet, Anna Otín, Xenia Roset y Albert Bosch.
Alcarrás: La historia
Alcarràs, una pequeña localidad rural de Cataluña. Durante varias generaciones, la familia Solé, cultiva una gran extensión de melocotoneros. Pero este verano, después de ochenta años cultivando la misma tierra, puede que sea su última cosecha. Sin documentos que hagan legal el pacto verbal de cesión de los terrenos que hizo el abuelo años atrás, el terrateniente les hará irse para montar paneles, que son más rentables para explotar la tierra.
La cinta se nos abre con los tres pequeños de la familia, jugando con un coche que hay aabandonado en medio del campo. Un juego infantil que se ve interrumpido cuando llega una cosechadora que se lleva todo por delante. El plano siguiente es la familia discutiendo sobre que van a hacer, saben que nos van a poder mantener sus tierras mucho tiempo más. Partiendo de esto, la cinta es una visión intima de los últimos días de la familia en lo que durante años ha sido su hogar.
La familia y la tierra
La pertenencia a un lugar y la lucha ante lo que es una injusticia, es muy diferente partiendo desde que ojos lo mires. Y este es uno de los elementos mas interesantes de la película. Una familia que, partiendo de una misma circunstancia o elemento desencadenante, tiene una visión diferente de los echos y de como afrontar la realidad. Desde el que se niega a aceptar la realidad, como veríamos en la figura del padre, que entrara en conflicto directo con su cuñado y por ende, con una de sus hermanas, ya que ellos piensan que lo mejor es aceptar la realidad de la situación y la clave es seguir adelante. Las mujeres que trabajan y pelean por su tierra pero que tienen que pensar tambien en qué futuro les queda a sus hijos. Y un abuelo que, ante dicha situación, solo quiere poder disfurtar de los días que le quedan en lo que ha sido su hogar y con su familia.
Por otro lado, tenemos la visión de los hijos. Desde los hijos mas mayores, Roger y Mariana, que están cansados de las constantes quejas y conflictos en los que entra su padre y ven un futuro más allá, hasta los más pequeños que, ajenos a la realidad de los adultos, solo quieren poder juntarse todos los días para jugar.
Todos estos elementos se reunen durante varias escenas, en estampas familiares que están grabadas de tal manera, que te hacen sentirte dentro de la propia escena. Planos cercanos, miradas, gestos, vistos a través de la pantalla pero con una sensación de cotidianidad y cercanía.
Lo cotidiano dentro del cine
La película no tiene escenas que rompan en exceso el ritmo que se mantiene durante toda la cinta y precisamente es lo que la hace tan interesante. Ese momento en el que de verdad el cine nos pone la vida delante de nuestros ojos y nos plasma la realidad tal y como es. Se junta un cine profundamente personal y sereno, de observación naturalista de personajes y emociones. Sin más explicación que la de la dificultad de la propia vida, la directora nos habla de la crisis de la agricultura tradicional.
Si has crecido en zonas rurales o tienes pueblo, esta historia te llega. Lleva tu mente directamente a un cumuli de recuerdos que te encogen el corazón: los veranos en el pueblo, las comidas familiares en el jardín de una casa, a las fiestas de los pueblos, las peñas, el ser niño y salir al campo a perderte por las zonas de cultivo fingiendo que todo eso es el mayor campo de juego donde volar tu imaginación.
Con la cámara en mano en la mayoría de las escenas, es una película que lleva lo cotidiano hasta tal punto que incluso te planteas en ocasiones si hay algún guión. Una situación real, con personajes reales que nos hacen testigos de su drama y de su vida.
De hecho, tal vez esa sea una de las partes mas interesantes. La busqueda de aquello a lo que el cine nos ha acotumbrado: escenas dramáticas, personajes que gritan a pleno pulmón, que nos encandilan con grandes monólogos o discursos. Pero la realidad no es así. La realidad es mucho más silenciosa y el dolor se lleva por dentro hasta que lo mas mínimo puede hacer que no podamos más.
Conclusión
“Alcarràs” es la reivindicación de un oficio, del campesino que se identifica con la tierra y sus frutos; el retrato vivo de la crisis de una familia provocado por un dilema moral. Análisis de películas: alcarrásEs una reflexión sobre cómo el progreso borra los rastros de la Historia; en fin, sobre un trozo de vida que late y respira a través de los rostros de actores no profesionales que parecen protagonizar el documental de un verano que les depara un futuro incierto.
Fuentes:
https://www.fotogramas.es/peliculas-criticas/
https://cineconn.es/alcarras-pelicula-critica-carla-simon-semilla/