Ya comenzamos hace una semana con Wes Anderson, y ahora nos pasamos a la cara femenina del mundo de la dirección con este post dedicado a una de las grandes directoras de los ultimos años: Sofia Coppola. Seguramente su apellido ya te empiece a sonar… Y no es para menos, pues Sofia Coppola es hija de otro de los grandes del cine: Francis Ford Coppola. Pero ya dedicaremos un post en el futuro para él. Hoy, desde milyunahistorias, queremos hacer nuestro pequeño homenaje a la directora neoyorquina. Nos adentraremos en su universo intimista y melancólico quien, a través de sus películas, representa el estandarte del vacío existencial de nuestros días.
¿Quién es Sofia Coppola?
Nació el 14 de mayo de 1971 en Nueva York (Estados Unidos). Es directora, guionista, productora, actriz y diseñadora de vestuario. Desde niña se vio inmersa en la industria cinematográfica. Apareció por primera vez en una película, como bebé, en el “El Padrino” (1972), título de mafia dirigido por su padre. Años después, intervino en otros films de Francis Ford Coppola, como “El Padrino II” (1974), “Rebeldes” (1983), “La Ley De La Calle” (1983), “Cotton Club” (1984) o “Peggy Sue Se Casó” (1986). En el año 1989 escribió su primer guión colaborando con su padre en el texto de un episodio de la película “Historias De Nueva York” (1989). También se ocupó de diseñar el vestuario, tarea que realizó también para “El Espíritu Del 76” (1990), comedia retro escrita por su hermano Roman. En 1998 debutó como directora al estrenar el corto “Lick The Star” (1998).
Con “Las Vírgenes Suicidas” (2000), reveló su talento para la creación atmosférica y la indagación psicológica en ambientes de carácter lastimero, confirmado con su segundo film, “Lost In Translation” (2003), una película protagonizada por Bill Murray y Scarlett Johansson que le valió un Globo de Oro al mejor guión y a la mejor película de comedia. También en el año 2003 Sofia creó y produjo la serie de televisión “Platinum” (2003), centrada en dos hermanos que poseen un sello discográfico de hip-hop.
Con la nominación como mejor directora por “Lost In Translation”, Sofia fue la tercera mujer (y la primera estadounidense) en la historia del cine en ser nominada en esta categoría al Premio Oscar.
Melancolía y soledad: El cine de Sofía Coppola
Si hay algo que destaca en la temática de la filmografía de Sofia Coppola, es la sensación de inexistencia, enlatada hoy entre los anuncios de Coca-Cola, los filtros de Instagram y las multitudes cosmopolitas. Esa sensación de tristeza que nos invade implacable de repente, viajando en metro o revisando las nuevas publicaciones en nuestro muro de Facebook, sin que sepamos realmente la razón…
El vacío emocional de quienes no encuentran sentido a la vida moderna.
- La soledad
Lo que más caracteriza al cine de Sofia Coppola es ese halo de soledad, de tristeza, que rodea a sus personajes. Personas realmente deprimidas, pero también personas oprimidas. Y otras que simplemente han ascendido a un nivel de amoralidad lúdica que esconde un hondo vacío existencial. Vaya, personas que, aunque se busquen, no se encuentran. Personas que viven en un momento de incertezas personales, políticas y sociales, en el que nada es tan binario como antes, y en el que la globalización, el auge de las nuevas tecnologías y la multiculturalidad ha acentuado más que nunca lo solos que nos sentimos.
- Las clases altas
Su estilo es elegante y adinerado, pero eso no la invalida como narradora contemporánea. Conocimiento de los problemas del primer mundo y talento para transmitir a través del audiovisual. Todo ello convierten sus películas en manifiestos del universo emocional de hoy. De esta forma nos encontramos con un actor de Hollywood que sufre en silencio por ser incapaz de compaginar su vida profesional con la paternidad. O a una recién graduada en Filosofía que ha seguido a su novio hasta Japón sin saber hacia dónde quiere encaminar su futuro. Incluso Coppola retrata esas ansias de relevancia existencial en un personaje histórico como María Antonieta. Con esta última, compone una de las películas más rupturistas de su carrera.
- Música y silencio
Las canciones en las películas de Sofía son arbitrarias ni caprichosas, sino determinante en la personalidad y el devenir de sus personajes. La guinda del pastel para una película tan melancólica como ‘Lost in Translation’ es precisamente la canción «More than this, there is nothing». Y sólo ha necesitado una línea de una canción en el momento indicado para contar lo que quiere contar. Cuando la música no puede entender la inmensidad del vacío, siempre nos queda el silencio. Algo en lo que Coppola es también una maestra. Y es que,
¿hay mejor sonido para la retratar la soledad que la ausencia misma de él?
Las 5 mejores películas de Sofia Coppola
1. Lost in traslation
Un exitoso actor (Bill Murray) y la mujer de un famoso director de fotografía (Scarlett Johansson), ambos con situaciones personales en crisis, se terminan encontrando en medio de la gran ciudad de Tokio. De forma sutil y a través de los silencios, la cineasta nos retrata a la perfección el estado anímico de los personajes con todos sus matices.
2. Las vírgenes suicidas
Ópera prima de la directora. A mediados de los 70, en un barrio residencial de una ciudad americana vive en perfecta armonía la familia Lisbon. Todos los chicos suspiran por las cinco hermosas hermanas Lisbon. Sin embargo, ese paraíso se desmorona cuando Cecilia, la menor, se suicida a los doce años. ¿Cómo puede convivir la belleza más pura con una macabra historia adolescente? Ésta es la pregunta que persigue a uno de aquellos adolescentes que, ya en su madurez, aún no ha podido olvidar los sucesos ocurridos veinte años antes.
3. Maria Antonieta
Una de las películas más icónicas, en la que encontramos las principales características del cine de la directora: un personaje que lo tiene todo (María Antonieta), sin embargo, sufre su soledad en silencio. Coppola no se corta en retratar la sobreabundancia de la vida de la soberana, sin por ello negarle cierta empatía al personaje que al final solo era una adolescente con una vida que no había elegido. La música anacrónica, el diseño de arte, ese final… todo son detalles para recordar.
4. Somewhere
Historia paternofilial. Un famoso actor (Stephen Dorff) vive rodeado de lujo y se ve obligado a cuidar de su hija pequeña (Elle Fanning). Si bien es cierto que es el mejor ejemplo de la mala fama que tiene Coppola de «hacer películas sobre gente que se aburre» y el ritmo no es trepidante, precisamente, sí que sabe transmitir muy bien la magia de esos pequeños momentos entre padre e hija, plasmando el oasis que suponen para el protagonista.
5. La seducción
Año 1864. Durante la guerra civil norteamericana, la tranquilidad de una escuela femenina de Virginia donde sólo viven mujeres se ve alterada con la llegada de un apuesto soldado yanqui herido… Una película que añade mayor complejidad a los personajes femeninos, creando un amplio abanico de grises en sus personalidades. También recrea muy bien ese ambiente enrarecido y opresor que sume al espectador en la sensación de que algo terrible va a suceder en cualquier momento.
Fuentes:
https://www.alohacriticon.com/cine/actores-y-directores/sofia-coppola/