Aunque su nombre pueda resultar desconocido para algunos, la obra del escultor Jesús Gazol está al alcance de nuestras manos.
Suyo es el busto de Felipe Sanclemente junto al que, cada día, pasan los cientos de zaragozanos que recorren el Paseo Independencia. Sin embargo, no es la única obra de Gazol que ha transformado la ciudad de Zaragoza.
A él le debemos la famosa estatua de Mario Bros que, hace siete años, sirvió para inaugurar la calle con el mismo nombre. Los mascarones de bronce que decoran la Escalinata del Parque Grande desde 1991. Pero si hay un episodio que ha marcado especialmente el trabajo de este escultor, tal y como marcó la propia historia de la ciudad de Zaragoza, son los sitios de 1808.
Estos asedios, llevados a cabo por el ejército francés, suponen uno de los acontecimientos clave de la Guerra de Independencia. En ellos se forjaron numerosos héroes, como Agustina de Aragón. Hizo que Zaragoza recibiera los títulos de Muy Leal, Muy Heroica e Inmortal, que pasaron a formar parte de su escudo.
La batalla destruyó Zaragoza y, tras los bombardeos, la hambruna y una letal epidemia de tifus, su población de 55.000 habitantes quedó reducida a 12.000. Sin embargo, la valentía de los defensores dejó su impronta no sólo en la propia ciudad (las calles Paseo Independencia, Calle Asalto, Paseo de la Mina o la Plaza de los Sitios, así como el Parque del Tío Jorge, deben sus nombres a este episodio que resuena con fuerza en nuestra historia), sino también en la música, la literatura y en artistas como Jesús Gazol.
Y es que ese busto de férrea mirada que resiste al paso de los años en Paseo Independencia representa a Felipe Sanclemente. Sanclemente, aunque no goce del reconocimiento de otras figuras, como la ya mencionada Agustina de Aragón, fue una pieza fundamental para la resistencia de la ciudad. Este comerciante no sólo invirtió toda su fortuna en los gastos de la defensa frente al invasor francés. También permaneció en primera línea de combate hasta que, el 5 de agosto de 1808, resultó gravemente herido. Moriría dos años después de terminar la guerra.
Gazol también es el autor del Ajedrez Escultórico sobre Los Sitios de Zaragoza. Obra comprada por el Periódico de Aragón para su promoción en el Bicentenario de Los Sitios. Y, si todo sigue adelante, muy pronto le deberemos el monumento de la Arboleda de Macanaz.
¿Qué es la Arboleda de Macanaz y qué relación tiene con los Sitios de Zaragoza? Este parque, situado en la ribera del Ebro entre el Puente de Piedra y Helios, esconde bajo su suelo una fosa común donde fueron enterrados más de 10.000 miembros de la resistencia zaragozana. Terminado el segundo asedio, los cadáveres se amontaban en las calles arrasadas por el combate. Muchos de ellos fueron arrojados a esta fosa improvisada, situada a las afueras de la ciudad, donde antes se encontraba una salitrería.
El entierro quedaría en el olvido hasta 1954. Fue durante unas obras subterráneas en la zona, aparecieron multitud de cráneos y huesos apilados en un escenario de pesadilla. Los restos volvieron a enterrarse y como único recuerdo de su posición, como homenaje a la valentía de estos hombres que dieron sus vidas por salvar la ciudad… se instaló una señal de tráfico. Miles de personas pasean a diario por esta arboleda, ajenos al cementerio que se esconde bajo sus pies, sin que ningún monumento o inscripción recuerden el histórico sacrificio.
Algo que los ciudadanos de Zaragoza reclaman con insistencia desde hace años y que, con el impulso de varias asociaciones. Como la Asociación Cultural Los Sitios, la Asociación de Vecinos del Tío Jorge, la Asociación Royo del Rabal, y la Asociación de Voluntarios de Aragón, está a punto cambiar. El proyecto de Gazol es un monumento que, al fin, dejará constancia de la existencia de esta fosa y de la bravura de quienes yacen enterrados en ella.
¿En qué consiste este monumento y de qué forma ha decidido Jesús Gazol aproximarse, en esta ocasión, a los Sitios de Zaragoza? El artista ha invitado a un equipo de reporteros de Mil y Una Historias a su estudio para poder descubrir de primera mano su obra. Un necesario reconocimiento de los ciudadanos del siglo XXI a los zaragozanos que fueron víctimas de la guerra. Un monumento que enriquecerá la ciudad y abrirá una ventana a los secretos y fragmentos de Historia que se esconden bajo la Arboleda de Macanaz. A lo largo del mes de abril todos estáis invitados, a través de este reportaje, a visitar el estudio de Gazol y, junto a nosotros, desenterrar una parte tan importante de Zaragoza.
Pedro A. Pérez.
Hola cariño: Soy tía Pili, estos dos días en el Museo Pablo Gargallo, contemplándote tallar, ha sido un gran gozo para mí. Disculpa se he sido pesada… ¡Me ha encantado estar cerquita y viendo como esculpes. es una gozada!
Espero ver la obre perfectamente acabada, porque cada vea que la acariciabas, aparecía un nuevo detalle en la obra que estabas esculpiendo: El joven en la playa de Pablo Gargallo.
¡¡¡Gracias por dejarme estar cerquita, sabes como te quiero… os quiero!!!
Tía Pili