Hoy venimos con un nuevo post dedicado más al mundo de la producción y que te puede interesar si tienes una productora audiovisual o estás pensando en crear una. Hoy vamos a hablar de un elemento fundamental en todo proyecto audiovisual: LA BANDA SONORA. La banda sonora es vital en el resultado final de nuestra producción, pues es lo que va a completar el alma del proyecto. Muchas veces, en la reacción o reacciones que nos produce una película o una serie, que nos haga emocionarnos por ejemplo, interviene mucho este elemento. El fondo musical va a marcar una diferencia muy importante en cuanto a lo que nos genera o no una película. El exorcista no sería el exorcista, ni nos causaría tanto miedo si no fuera por su famosos tema principal. Gladiator no tendría el impacto que tiene, de no ser por su increíble fondo musical.
Por eso hoy, desde milyunahistorias, queremos hablar de qué es la banda sonora, sus elementos más importantes y porque marca tanto la diferencia en un proyecto audiovisual.
Punto primero ¿Qué es la banda sonora?
La banda sonora es el conjunto de sonidos que acompañan y dan sentido a una obra. Y cuando hablamos de “sonidos”, incluimos cualquier elemento audible como, por ejemplo, disparos, ruidos de lluvia, etc. Por lo tanto, los efectos, los diálogos y los sonidos ambientales también forman parte de la pista. Todos los sonidos y ruidos que construyen la tensión de una escena de suspenso o la música lenta de una historia melancólica se pueden considerar parte de la banda sonora. Las bandas sonoras “sonorizan” las imágenes y con ello se consigue transmitir al espectador el paisaje sonoro que da credibilidad a una escena.
Origen de la banda sonora en la historia del cine
El origen de la banda sonora en el cine abarca más de un siglo. Comenzó con la primera proyección pública de películas, que tuvo lugar en París en 1895. En aquel entonces, las películas eran silenciosas y el único sonido que se escuchaba era el del motor del proyector y las reacciones del público. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que los cineastas se dieran cuenta del potencial de agregar sonido a sus películas.
Al principio, se tocaba música en vivo durante las proyecciones para mejorar la experiencia de visualización. Los músicos tocaban en el teatro o acompañaban la película con un piano u órgano. Esta práctica continuó hasta mediados de la década de 1920, cuando se hizo posible la sincronización del sonido con el sistema Vitaphone. Este sistema se introdujo en 1926 y permitió grabar el sonido en un disco y sincronizarlo con la película. La primera película de largometraje en utilizar sonido sincronizado fue «El cantor de Jazz» en 1927. Esto marcó el comienzo de la era de las «películas sonoras».
La banda sonora se convirtió en una parte integral de la experiencia cinematográfica, proporcionando pistas emocionales, mejorando el estado de ánimo y creando una sensación de atmósfera. Los compositores de música comenzaron a ser reconocidos por sus contribuciones a las películas, y los premios de la Academia introdujeron una categoría para Mejor Banda Sonora Original en 1934. En los años 50 y 60, los avances en la tecnología de grabación permitieron crear bandas sonoras más complejas. El sonido estéreo se convirtió en la norma y los cineastas comenzaron a experimentar con el diseño de sonido, utilizando efectos de sonido y ruido ambiental para crear una experiencia más inmersiva para el público.
Hoy en día, la banda sonora sigue siendo una parte vital de la experiencia cinematográfica. Compositores de música, diseñadores de sonido e ingenieros de audio trabajan juntos para crear paisajes sonoros inmersivos que realzan lo visual y dan vida a la película. Desde los primeros días de la música en vivo hasta el diseño de sonido de última generación de hoy, la banda sonora ha recorrido un largo camino en la historia del cine y sigue evolucionando con cada nuevo avance tecnológico.
¿Cual es la función de la banda sonora?
Este tipo de música desempeña una doble función: reforzar el significado de las ideas que, por sí solas, las imágenes no son capaces de expresar y, a su vez, establecer un vínculo narrativo continuo en el discurso cinematográfico, contribuyendo a dar credibilidad a la acción. El sonido tiene la función de estimular uno de nuestros principales receptores sensoriales: el oído. Entonces, se puede decir que su función práctica es la producción de significado sonoro para la obra.
También tiene el rol de producir reacciones más allá del oído, su combinación con otros elementos narrativos construye todo un universo de experiencias sinestésicas, pudiendo transformar una simple escena en un acontecimiento extraordinario. En definitiva, el sonido puede despertar la memoria de un aroma, un color o una forma. Incluso, dentro de la propia banda sonora, cada personaje o elemento de la película puede tener su propia composición representativa. Nos permite crear una experiencia épica sin una banda sonora a la altura, que sea coherente con la historia que se cuenta. Otras funciones que podríamos destacar:
- Refuerza o de intensifica diferentes momentos. Puede llegar a sustituir diálogos innecesarios y actúa como un contrapunto de las imágenes. Se integra en el tono general, dramático y estético de la obra cinematográfica.
- Sostiene la estructura de la narración dando un sentido de continuidad a la película. También sirve en muchas de fondo neutro ocasiones para rellenarlos pasajes vacíos y unificar el montaje de las distintas escenas.
- Ayuda a crear y reforzar determinadas atmósferas para dar una sensación de realidad al espectador en determinadas escenas y situaciones. Las bandas sonoras también ayudan a crear la atmósfera adecuada al desarrollo de la acción. Los compositores adaptan la música a la época y al contexto de la película.
La importancia de una buena banda sonora
Para muchas personas es imposible entender el cine sin música. Un gran número de películas se han hecho inmortales gracias a sus BSO o sus hilos musicales. Las bandas sonoras de las películas tienen el poder de conmovernos, sacarnos una sonrisa, perturbarnos o hacernos llorar. Por eso, en gran parte, el éxito de algunas películas míticas está estrechamente ligado con su banda sonora. A través de ella, los compositores son capaces de introducir en los espectadores un estado emocional específico: miedo, tristeza, tensión etc.
Las bandas sonoras enriquecen la experiencia del espectador en el cine. Genera emociones, despierta recuerdos y, en buena medida, guían a lo largo de la historia de la película. La música es un arte de posibilidades infinitas que se multiplican si las combinamos con el universo cinematográfico.