Recomendación cinéfila: Sin novedad en el frente

Sin novedad en el frente

Este domingo se celebraron los premios BAFTA 2023. Los Oscar están a la vuelta de la esquina y los premios de la academia inglesa son la antesala perfecta que irá marcando el camino para los futuros ganadores de la estatuilla. Una de las películas que arrasaron en estos premios es de la que venimos a hablarte hoy: SIN NOVEDAD EN EL FRENTE.

Sin novedad en el frente

Esta nueva producción alemana de Netflix dirigida por Edward Berger, está protagonizada por Felix Kammerer, Albrecht Schuch y el actor hispano-alemán Daniel Brühl. El guion de la película se basa en la novela del mismo nombre de Erich Maria Remarque, publicada en Alemania en 1929. La novela cuenta los horrores y las pérdidas de la guerra, las dudas sobre el sentido de la misma, la camaradería entre los soldados, la pérdida de la juventud, el paso a la madurez y el trauma que les supone combatir en ella. Se ha categorizado como literatura antibelicista, aunque el mismo Remarque la calificó de apolítica. Y no es la primera vez que esta obra literaria se adapta a la gran pantalla. Tenemos las versiones de 1930, dirigida por Lewis Milestone (ganadora del Oscar a Mejor Película y Mejor Dirección) y la de 1979 dirigida por Delbert Mann.

Una obra literaria y cinematográfica que ahora, más que nunca, 
es NECESARIO que veamos, leamos o al menos, conozcamos.

De qué va «sin novedad en el frente»

Sin novedad en el frenteContexto: Primera Guerra Mundial. Un grupo de jóvenes alemanes se disponen a alistarse para ir al frente. Nuestro protagonista, Paul Baumer, quien no recibe el apoyo familiar necesario para poder unirse a las tropas, decide falsificar los documentos para no quedarse atrás del resto de sus amigos. Todo comienza con alegría y orgullo al recibir sus uniformes y emprender su marcha hacia la batalla. Sin embargo, esa felicidad se verá manchada y oscurecida, en pocos minutos, por los horrores que se encontrarán de la guerra.

Una adaptación más, pero diferente

Hay quienes podrían pensar que siendo que la novela ya se ha adaptado dos veces, esta no da para mucho más. Sin embargo esta nueva versión cuenta con un avance y una mejora a nivel técnico que le suma bastantes puntos. Gracias a la dirección fotográfica de James Friend, la película nos mete de lleno en el horror de las trincheras del frente occidental y nos deja en tierra de nadie gracias a los magníficos planos secuencia en los espacios vacíos. A ello, hay que sumar el despliegue de efectos especiales de las explosiones con cada ataque de cualquiera de los dos bandos en conflicto. De la misma manera, el sonido es otra pieza clave ya que acompaña a esa tensión que vivimos en todo momento mientras se espera el siguiente ataque.

Los silencios se convierten en un elemento más para contar la historia.

El tiempo: una guerra que parece no tener final

Otro punto que podemos destacar de la cinta es el juego con el tiempo. Se nos narran los sucesos ocurridos durante los dos últimos años de la guerra (Desde 1917 hasta en 11 de noviembre de 1918). En esa franja de tiempo, la pieza se detiene en tres momentos claves para los protagonistas. Mientras, paralelamente, nos muestra lo que sucede en los despachos de los altos cargos, a quienes les toca negociar el tratado de paz y el final de un conflicto bélico que se llevó por delante la vida de 17 millones de personas.

Sin novedad en el frenteY es, precisamente, ese tiempo en el que se suceden estas negociaciones lo que les pesa a los soldados. La llegada de un final que no aparece en el frente, mientras esperan el siguiente momento para pelear, una vez más, por sobrevivir. De esta manera, La guerra se representa como un ciclo. La historia de Baumer es solo un relato universal de todos los soldados de la Primera Guerra Mundial.

Incluso al final,  los últimos minutos de la película se centran en el ataque emprendido por los alemanes, obligados por su superior al mando, durante el cuarto de hora final de la Gran Guerra. Una vez firmada la paz, esta se haría efectiva a las 11:00h del día 11 de noviembre. Sin embargo, herido por el orgullo de haber «fracasado», el general de las tropas alemanas les envía para un último golpe, para volver a casa «con honor». Un gesto absurdo que convierte a los únicos supervivientes del frente, en nuevas víctimas.

No romantizar el horror

A veces, el cine bélico peca de que querer tapar mediante el heroismo y la epicidad una cuestión que no podemos olvidar: la guerra no tiene nada de heroico o de épico. Una guerra es una situación horrible donde nadie quiere sentirse un héroe, simplemente quiere sobrevivir.

Y si hay algo por la que se ha coronado «Sin novedad en el frente» es precisamente por  eso. Porque elimina cualquier elemento de ornamentación y nos muestra la brutalidad en crudo. Resalta además el dilema de usar a los jóvenes de diecinueve años como carne de cañón, sometiendo al espectador a esa brutalidad, y cansando su visión con la sensación interminable de una guerra que cada vez va teniendo menos sentido (si es que alguna vez tuvo alguno). Con una fotografía que es bella pero que juega a favor de meternos de lleno en ese horror mientras andamos por un paisaje de cadáveres cuyos trajes pronto pasarán a ser el atuendo de los siguientes soldados en llegar al frente. Jóvenes de los que solo quedan sus chapas y un nombre que no pasará a la historia.

Sin novedad en el frente

Si algo que no podemos dejar de lado, es la maravillosa interpretación de todos los actores al encarnar a estos personajes. Destacar la actuación sublime de Felix Kammerer quien logra transmitir la inocencia de Paul para luego, endurecerse progresivamente hasta llegar al punto en donde ya nada le importa pues lo ha perdido todo y solo le queda caer en la locura y en la animalidad. De la misma manera destacamos el papel de Daniel Brühl, quien encarna a Matthias Erzberger, ministro a cargo de la firma de paz con Francia en un momento en el que se dieron cuenta que retrasar más la paz solo se llevaría más vidas inocentes por delante.

Una película NECESARIA a día de hoy.

Hay un elemento muy importante que refleja la película y que es precisamente lo que más impotencia genera: el desastre que generan unos, lo pagan otros. Y es que precisamente ese paralelismo constante entre las escenas de guerra con las escenas en los despachos, entre los generales y en las negociaciones solo el el claro reflejo de que en las guerras los únicos intocables son precisamente aquellos que las inician. Y no hay que ser muy listos de que esta misma situación la estamos viviendo a unos kilómetros de aquí. La locura y la ambición de aquellos que tienen el poder, tienen que pagarlo con sus vidas, los que menos o ninguna culpa tienen.

Sin novedad en el frente

Es por ello que es tan importante películas como «Sin novedad en el frente». Porque es precisamente es reflejo tan crudo y cruel de la realidad de ese momento lo que nos tiene que ayudar a entender lo importante que es conocer nuestra historia tal y como fue. Para que los errores del pasado, no es vuelvan a repetir en el futuro. Aunque visto lo visto, aun queda mucho por aprender.

Conclusión

«Sin novedad en el frente» se ha alzado como una de las grandes producciones de Netflix del 2022 y no sin razón. Una pieza cinematrgráfica que es dura y oscura, pero que tiene su razón de serlo y te convence de ello. Una cinta que sin duda dejará al espectador con mucho sobre lo que pensar.

Fuentes:

https://www.fotogramas.es/noticias-cine/a41895612/sin-novedad-en-el-frente-pelicula-guerra-netflix/

https://laestatuilla.com/criticas/critica-de-sin-novedad-en-el-frente-edward-berger/

https://www.espinof.com/criticas/novedad-frente-imprescindible-netflix-propone-brutal-respuesta-alemana-a-1917-que-no-adorna-atrocidades-guerra