Hoy, desde Milyunahistorias, os traemos una sección nueva y diferente. Os traemos una recomendación más enfocada al mundo teatral, en este caso al mundo del teatro musical.
Los chicos del coro: El musical
Allá por el año 2004 se estrenaba en cines la película francesa de Christophe Barratier, “Los chicos del coro”. Una película que sin duda alguna, te llega al corazón desde la primera vez que la ves. Se centra en la historia de Clément Matheu, un profesor de música que acaba de sustituto en un orfanato conocido como “Fondo del estanque”. Un orfanato para chicos que la sociedad ya da por perdidos. A través de la música, y de la creación de un coro, Matheu conseguirá llegar al corazón de estos niños. Sacando el lado más humano de ellos, descubrirá algún que otro prodigio de la música.
En 2022, de la mano de Pentación espectáculos, KAK GROUP, T2R y con dirección de escena de Juan Luis Iborra y dramaturgia de Pedro Víllora, llega a Madrid el musical “Los chicos del coro”.
EL MUSICAL; la música
El musical, desde el inicio, agarra la atención del espectador con la entrada de los niños en escena, separados del público únicamente por una valla enorme que poco a poco ire desapareciendo de escena con la entrada del profesor Matheu y la intervención del más pequeño de los personajes, Pepinot, un niño que todos los días espera a su padre en la entrada, ya que este le prometió que le iría a buscar en sábado. El niño, al no conocer bien los días de la semana piensa que todos los días son sábado.
El musical cuenta con las canciones originales de la película, pero también añade otras nuevas que nos irán presentando las inquietudes y el carácter de los diferentes personajes, así como nos irán introduciendo en la historia y la vida de los niños dentro del orfanato. Las canciones nuevas del propio musical tiene una personalidad propia y ayudan al espectador a ir entrando poco a poco en la historia.
Pero si eres conocedor de la película y sus canciones originales, en el momento en el que suena el primer acorde de su canción más conocida “Vois sur ton chemin”, los pelos de punta están asegurados.
LA CULPA; no es de los niños.
Un giro muy interesante que tiene el musical, en cuanto al guión y la dramaturgia, es que hace un enfoque muy interesante e importante sobre el Por qué esos niños están donde están y por qué son cómo son. Y aquí entra uno de los papeles que, a nivel personal, más me gustaron del musical: Mondain. El mas mayor de los chicos, un adolescente problemático que es llevado al orfanato en un programa de “integración para delincuentes”.
Hasta el momento, el musical lleva un ritmo tranquilo y con un carácter más introductorio. Incluso empieza a pedir un poco más de acción. La entrada de Mondain en escena cambia toda la atmósfera. Con su canción, repite de manera constante pero eficaz la frase “Toda la vida me han dicho que soy el malo, y por eso soy el malo”.
A partir de ahí, toda tu visión sobre los niños cambia por completo. Son niños a los que, por diferentes circunstancias, la propia sociedad ha rechazado y los ha encasillado en el rol de “huérfanos”, “malos”, “perdidos”. Niños que al final, encontrarán en el profesor Matheu la figura paterna que tanto han estado buscando.
De hecho, ese rol marcará la personalidad de otros dos personajes claves en la obra: Pepinot y Morange. Ambos niños han perdido a sus padres, pero en el caso de Morange, el cual ha perdido a su padre en la guerra, tenemos la visión de la figura de su madre, Violet, quien, pese al carácter rebelde de su hijo, sabe que en el fondo solo es un niño dolido, que se rebela buscando el cariño de esa figura paterna que ha perdido. En este caso será la música lo que le salvará. Matheu ve en él un prodigio de la música con una voz única y que podría salir adelante si ingresa en un conservatorio donde saquen lo mejor de él.
Pepinot, por otro lado, es pura inocencia. Siendo el más pequeño del orfanato, como hemos dicho al principio, vive en esa falsa realidad y o esa esperanza de que algún dia su padre volverá a buscarle. Con esa idea, cada día va con su maleta a la puerta del orfanato y espera impaciente mientras pasan las horas y los días.
Todos los personajes tienen un papel importante y a nivel actoral todos los intérpretes hacen un trabajo fantástico. A nivel personal destacar el trabajo actoral de Iván Clemente en el papel de Mondain, con mucha fuerza en escena pero captando a la vez esa parte más sensible y dolorosa del personaje.
Por otro lado Rafa Castejón en el papel del directo Rachin también captó muchísimo mi atención al ser un personaje duro y radical en pensamiento pero con unos puntos cómicos muy buenos.
LA MUJER, un papel que ya no es tan secundario.
Algo a destacar que me encantó del musical es la importancia que le dan a la figura de la mujer. En la dramaturgia, le dan mucha importancia la entrada de personajes femeninos tanto en el profesorado como en el coro. Si bien en la película se mantienen fieles a que es un orfanato masculino y que los únicos personajes femeninos son Violet, madre de Morange, y las hijas del director, en el músical a estos últimos se les da una vuelta.
Niñas de un orfanato de chicas que tienen que ser trasladadas a “Fondo del estanque” junto a su directora, la profesora Langlois. Esta última reivindica la importancia del papel femenino en un campo que en aquella época parecía ser un espacio reservado para los hombres: La educación. Demostrando que la dirección de un espacio educativo puede ser dirgidio tanto por hombres como por mujeres.
De la misma manera, vemos la figura de la madre de Morange, interpretada por Natalia Milla, ya una veterana del teatro musical. Una mujer que tiene que buscarse la vida sola, en una época en la que esto es raro. Mientras, pelea por su vida y por su hijo, con la esperanza de que algún día los dos saldrán adelante y no perdiendo nunca la fe en su él.
CONCLUSIÓN: ¿merece la pena? SI
Los chicos del coro, el musical es un plan que merece la pena. Tanto si has visto la película anteriormente como si no, el musical te llegará al corazón. Hará que las emociones vayan in crescendo conforme vaya avanzando la obra.